Cuando invertimos en una compañía cotizada y aunque los fundamentales sobre ella puedan ser muy positivos, nunca debemos olvidar que el mercado es soberano y si de repente aparecen más vendedores que compradores el título caerá.
A veces los motivos son por la aparición de nuevas y preocupantes noticias no contempladas hasta ese momento, otras porque el equipo de gestión haya decidido poner en marcha una ampliación de capital muy dilutiva, otras por la aparición de una nueva legislación, otras por la implementación de impuestos, otras por la inseguridad jurídica del mercado donde cotiza, etc, etc….
Todos o algunos de estos eventos no dependen siempre de nosotros y sobre ellos poco podemos hacer.
Realmente NO SON ERRORES DE INVERSIÓN en el estricto sentido de la palabra sino más bien el resultado de encontramos expuestos a dinámicas ajenas donde no se puede interactuar en ambos sentidos.
Y para ilustrar este tipo de situaciones y más tarde detallar como podemos estar preparados para afrontarlas, nada mejor que un ejemplo real donde el motivo ha sido la puesta en entredicho del verdadero funcionamiento de una empresa por parte de unos fondos activistas apoyados por un artículo de prensa de “dudosas ” e “interesadas” intenciones.
No importa si al final estos fondos o los motivos expuestos en la prensa están realmente justificados o no, NOSTROS NO PODEMOS HACER NADA AL RESPECTO, la caída se produce de repente con poco margen de error y ya está.
La compañía concreta es NAGARRO, una compañía del segmento IT con excelentes perspectivas a futuro y sobre la que cronológicamente ha pasado lo que a continuación detallo
Como puede apreciarse en la imagen superior, en un momento dado se intuyó la posibilidad de entrar en el título con objeto de ser propietario de una empresa muy prometedora y con unas perspectivas de crecimiento fantásticas para los próximos 5-10 años a pesar de no poder afirmar por completo que sobre ella se estuviera formando aun una tendencia alcista de fondo.
Sin embargo, y tras dicha entrada “anticipada” el valor se movió como recogen las dos imágenes siguientes
En dichas imágenes se ve claramente que la entrada “anticipada” funcionó a la perfección estableciéndose ya sí definitivamente una tendencia alcista en el título que quedó confirmada a principios de 2023.
En ese recorrido donde las medias móviles se ordenaban y los Stops de protección podían ir desplazándose con el movimiento hasta llegar a SL2 todo iba bien.
Sin embargo y al poco tiempo sucedieron los acontecimientos antes comentados y en una sola semana de 5 días hábiles bursátiles el valor se precipitó verticalmente sin margen de maniobra.
El nivel SL2 de poco ha servido, incluso de haber estado introducido en el mercado como orden, es muy probable que no tuviera contrapartida en ese momento y fuera inútil también en este caso.
En resumen,
Lo que a todas luces parecía que había sido un acierto fraguado lenta y consistentemente acabó siendo un revés imposible de gestionar.
El recorrido completo realizado por el título en estos últimos meses ha sido un “ida y vuelta” espectacular claramente palpable a través de la siguiente imagen.
Viendo en perspectiva todo esto no nos queda otra que plantearnos….
¿Pero es posible hacer algo al respecto antes de sufrir este tipo de situaciones en la práctica?
Bueno, pues la respuesta es que en parte sí podemos hacer algo, algo sencillo pero efectivo, al menos para que nuestra cartera no acabe quebrando de una forma definitiva por la acumulación en un espacio corto de tiempo de varias situaciones similares.
Y lo mejor que podemos hacer es DIVERSIFICAR lo suficiente dando un PESO MÁXIMO a cada tesis de inversión por muy fantástica y prometedora que parezca.
En la gestión de mi cartera personal mi PRIMER FILTRO es que con las compras en un mismo valor NUNCA puedo emplear un importe superior al 6 % del valor total de la cartera.
Con efectivo sin usar jamás utilizo más de ese porcentaje en la toma de posiciones.
Otra cosa diferente es que tras haber empleado el máximo de un 6 % en un título éste pueda llegar a pesar un 10 % o un 12 %. Ello solo podrá suceder por la propia revalorización del título pero no por los importes invertidos en él.
Pero es que además, el poder llegar a ese 6 % máximo vendrá limitado por 2 compras secuenciales de un 4 % en primer lugar y de un 2 % adicional en segundo lugar una vez “PROTEGIDA” la primera de dichas compras.
Éste es mi segundo filtro de seguridad
Al margen de ello, si a la hora de hacer la primera compra el título no presenta unas medias móviles en el orden correcto (la de menor período por encima de la de mayor período), dichas compras serán de la mitad del peso. Esto es, en lugar de buscar compras del 4% + 2% lo que se hará es trabajar con la secuencia 2% +1% para un máximo final del 3%
Y éste es el tercer filtro de seguridad
Veamos la aplicación práctica de lo anterior para el caso concreto de NAGARRO.
Como en el momento de la compra “anticipada” la empresa no cumplía el criterio de orden de las medias, el importe máximo a invertir en ella quedaba limitado al 3% del efectivo de la cuenta.
O lo que es lo mismo, para una cartera de 24.000 € se habrían empleado 480 € (2%) en la compra de 5 títulos a 107 € y 240 € (1%) en la compra de 2 títulos a 117 € dando como resultado una inversión total de 769 € y 7 títulos adquiridos (habríamos redondeando los títulos por exceso al no poder adquirir fracciones de ellos)
7 títulos a un precio medio de compra y sobre los que tras la caída hasta los 96,60 € la pérdida latente actual sería del 12,20 %
Si dicha empresa quebrara (cosa que por otra parte no creo que suceda) su consecuencia sería una pérdida permanente para la cartera de ese 3% aproximado no poniendo nunca en riesgo la supervivencia de la misma.
Así pues, sólo con compras secuenciales a favor de la tendencia y con pesos no exagerados podremos hacer frente a situaciones que no dependen de nosotros o de nuestras propias decisiones.
No debemos olvidar nunca que la inversión acaba cuando el patrimonio desaparece y lo más importante es que la inversión sobreviva a largo plazo componiendo positivamente aunque sea a costa de hacerlo algo más lentamente.
Es mucho más importante perder poco que ganar mucho aunque parezca al contrario.